miércoles, 5 de septiembre de 2012

¿Quién entiende a los pipís?

Venga le muestro dos caras de una misma moneda:



1. Joven saliendo con alguna nena en un cine:

-Oye, ¿te pasa algo? -pregunta la chica no sabemos si haciéndose la boba-.

-No, solo que me acordé de un chiste que me contaron.

El chiste se acaba y mira a para abajo como un padre ante la imprudencia de su hijo.

-Hágame el favor y se comporta -le ordena el muchacho a su falo-.

-Oigan a éste , con semejante ricura que tiene al lado y con la mamacitas de Sofía Vergara y Penélope Cruz  ahí en la pantalla, ¡me tengo que parar! ¡Jódase!

-Bulldogcito, no me haga quedar mal.

-Bulldogcito nada. Si quiere que yo no me revele, pues traiga a María, la gorda nerd que siempre le hace ojitos desde la ventana y que la protagonista de la próxima película sean Miley Cyrus, Amparo Grisales, Lady Gaga y/o Julia Roberts. Solo de ese modo me puedo calmar.

2. Señor de 40 años ya casado

-Oiga , sinvergüenza -dice el ahora señor-, deje la majadería y póngase a trabajar.

-¡Mamola! Usted tiene esa cabeza hecha una pelota: la matrícula de su hija, las cuotas del X3 (yo le dije que mejor compráramos una Vitara pero no me hizo caso), han bajado las ventas en la empresa y para completar, el Barsa juega este miércoles contra el City y usted ya sabe que sexo y fútbol no pegan.
Además estoy cobrándome el apodo ese tan marica que usted me puso cuando era pelao.

-Mire, mi mujer esta toda deprimida y fría. Levántese, papá.

-Mas bien vea su Facebook que alguien le mandó una solicitud.

Se trataba de María, la gorda nerd a la que pasaba molestando y tratando con la mayor displicencia posible. Ahora estaba hecha una mamacita y descubrió algo en ella: un par de ojos azules. Y lo mejor: ¡no tiene chinos!

-Yo le dije: a las mujeres hay que tratarlas bien porque al final se cobran el desprecio de una de las maneras más fáciles con la que se castiga a un hombre: pateándole el ego poniéndose así de buenas. Es que usted además de impotente, salió atembado.

-¡Pequeño demo..-

-¡Quieto en primera, hermano! Usted me agarra y sufrirá las consecuencias.

-¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!






MARVIN'S ANATOMY PRESENTA:


¿QUIEN ENTIENDE A LOS PIPÍS?









Hoy quiero hablarle de un vergonzoso problema de muchos hombres: disfunción eréctil.
Antes de correr detrás de la primera Viagra o de esconderse la cabeza con una bolsa como el papá de Chester de los Padrinos Mágicos, quiero que conozca bien estos impotentes problemitas sexuales.







DISFUNCIÓN ERÉCTIL


Así de simple: su pene no se para, no es capaz de lograr una erección de respecto. 
El secreto de este padecimiento es que al pene simplemente no le llega sangre.

¿Por qué no le llega sangre? Los impulsos sensitivos llegan hasta la médula para transmitir el impulso hasta el plexo sacro -el impulso recordemos que es parasimpático-. 
Ese impulso generará vasodilatación y por ende un aumento de presión dentro de las arterias.

CAUSAS:
1. Abuso de alcohol y cigarro.

2. Lesión medular o cerebral.

3. Obesidad.

4. Estrés (es imposible hacer el amor con la cabeza enredada sea usted hombre o mujer).

5. Aterosclerosis.

Se lo diré así: cualquier cosa que afecta la sinapsis de la neuronas en los nervios y la circulación de sangre mas las dificultades de la vida diaria llevan a parar en primera las vainas sobre el colchón. Por eso dije que primero conozca este problema antes de agarrar la primera viagra que se le atraviese. 






Voy a decirle desde mi modesto punto de vista el secreto de este padecimiento que muchos hombres SIN DISTINGUIR SU EDAD (pongo esto en mayúscula pues por ignorancia se asume que esto es cosa solo de viejo) sufren.

El hombre es llamado a ser el líder, un super macho, a cumplir en todo lo que se le pide: ganar mucho dinero, levantarse a todas las viejas posibles. Eso genera mucha presión y cuando falla en su misión de ser "un macho", sencillo: el ego y la autoestima son las que llevan del bulto y no tanto el pene.

Pero arriba , hombres, no todo está perdido, la disfunción eréctil , como toda cosa debajo del cielo, tiene su solución. El pene no se manda solo.
Esto solo una de muchas de esas pruebas por las que una pareja tiene que pasar. 

Lo único que usted necesita es un poco de amor y atacar las causas de la enfermedad. Reviva el amor y ya el majadero ese de allá abajo le volverá a marchar como un relojito. 








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